Dicen de una mujer que juega a ser poeta,
que
se asoma y dibuja en los espejos,
se
maquilla, y en trajes fantasía,
sale
a entonar canciones
que
ya no están de moda,
que
camina descalza y busca nido,
dicen,
seguro no está entera.
Dicen
también, que alguna vez fue cuerda,
que
anduvo entre las nubes,
que
amó, con locura lo amaba,
que
estuvo en erupción su vientre,
y que
alumbró, luces intermitentes.
Después
se buscó un árbol,
donde
vivir desde setiembre a marzo,
donde
el placer, la vida,
no
dolieran,
y
regresó, desplumada de miedos.
Y no
pudo volar, no había cielo,
y no
pudo crecer, no encontró ramas,
solo
un infierno rojo de arenas movedizas
y
escarchas, la esperaban.
¿Para
acabar así, has querido ser pájara?
Los
pájaros no existen,
los
pájaros,
son
almas.