Soy un gajo de tierra a la
deriva
sostenido por una sola
orilla,
sitio de rostros vírgenes,
piratas,
refugio de pájaros
dolientes,
espacio entre ilusión y
agonía,
Los poemas aquí, abrigan
las heladas,
acunan soledades que
naufragan,
y amordazan al viento,
cuando anida
al silencio con todo su
alfabeto.
Soy la isla de un mar;
su corazón, su espina,
estación
de una vida que va
mezclando sueños,
que bebe de sus labios,
y
respira.